Sunday, December 11, 2022
Bosquejos de una sociedad III
Friday, November 11, 2022
What needs to be deserved (repeatedly)
Authority should be like love, deserved on a day by day effort, never taken for granted. That said, there’s a huge difference between the two: you cannot live without love, but you can live perfectly without authority (just substitute it by solidarity and empathy).
Cosicas que se me ocurren antes de mandar a los niños al colegio…
El hedonismo y la felicidad no son lo mismo. El sufrimiento y la sabiduría no son lo mismo. Buscar la belleza no tiene por qué ser torturante. Amar y sentirse satisfecho tienen algo de antónimos, pero también de complementarios. El apasionamiento es sólo el primer paso para vivir la vida, no su culminación. El conformismo sólo es válido cuando es el descanso de la imaginación. En la duermevela surgen las semillas del futuro, y su cultivo es un proyecto de décadas, impermeable a las mentiras embarradas de lo coyuntural.
Sunday, November 6, 2022
Bosquejos de una sociedad II
Otro día más recibiendo los rayos del sol. Otro día más trabajando para tener algo que comer en algún momento del día. Toda la vida ha sido así. El destino parece una montaña inabarcable que se te derrumba encima para la abuela Zse. Huir de los japoneses, correr hasta que las zapatillas sean harapos y los pies un amasijo ulcerado de sangre y barro. Esta escoria de fantasmas blancos no ha sido capaz, finalmente, de protegernos o siquiera protegerse de los japoneses, enjambre de parásitos asesinos…escóndete, bien, hija, que no te vean, que no puedan violarte, me dijo mi madre antes de despedirse de mí. Si fueran tan sólo los japoneses… Y cuando se acabó la pesadilla de la invasión, ¿qué ganaste, cómo mejoró tu vida? Trabajos limpiando, fregando platos, recibiendo órdenes, ganando lo justo para no morirse de hambre, y esos inútiles fantasmas blancos que vuelven a apropiarse de todo y abusar de nuestro buen carácter… quién sabe si no estaríamos mejor como en el otro lado de la frontera, donde al menos China la dirige la gente china, sean rojos o demonios o lo que quieras que sean, pero al menos no son estas serpientes blancas, con su lengua de escamas venenosas y su arrogancia y sus dólares manchados de la humillación y sudor de la buena gente. Dicen que al otro lado se mueren de hambre y tienen que comer la corteza de los árboles. Vete a saber. Por mi parte, tantos días de mirar al suelo, uno tras otro, ya casi no puedo recordar el color del cielo o de qué color son las flores en las copas de los árboles en esta temporada… y luego ese engaño efímero del romance, él fuerte, subiéndose a esos andamios con la destreza de un rey mono, y haciéndome la corte como un noble a las hijas del rico mercader. Todo muy hermoso, por fin, hasta que llegó la niña, ¿por qué una niña primero?, me dijo él, qué mala suerte hemos tenido…imbécil. Y luego el cerdito regordete, tan gracioso. Pero un día los bambúes estaban mal atados y él se cayó, y yo tuve que alimentar a todos y trabajar y pagar, y pagar, el alquiler primero, hasta que nos dieron aquel piso del gobierno, y la escuela, y alimentos, y trabajar, y pagar…y su familia en China, perdida en vete a saber qué ola de mala fortuna. Menos mal que estaba mi buena hermana, mi vecina Wu. Qué habría sido de los niños y de mí sin ella. Y ahora los muchachos trabajan donde pueden, porque todo es tan caro, tan desquiciadamente caro, para alimentar a mis nietos y no acabar como yo, empujando este carrito día tras día, hasta que me reviente el espinazo. Porque antes moriré por agotamiento vendiendo estos cartones a los recogedores que pedir una limosna. Mis hijos cuidarán de mí, ya lo verás, ahora no les va muy bien, pero no me dejarán morirme de hambre, ya lo verás. No quiero regalos de desconocidos, por quién me habrán tomado…por cierto, esta resma necesita más agua, así, que se empape bien, tiene que pesar o me darán una miseria a cambio… el cartón y el papel cada día valen menos. Incluso las cajas de metal ya no valen nada, las hay por millares, por todas partes, los ricos se comen sus galletas como cerdos y luego lo tiran todo por ahí… cuánta injusticia bajo el cielo…por cierto, ¿estará ya libre él?, ¿cuánto tiempo me había dicho el abogado que estaría allí dentro? Puercos, encerrar a la buena gente, con la cantidad de miserables que anda por el mundo, porque mis niños no podrían hacer nada malo. ¿Habrá salido ya la niña de la escuela? Debería visitar a su abuela más a menudo, ¿o es que se avergüenza de mí acaso?, ¿o será su madre? No sé si he criado personas o raposas…seguro que les llenaron la cabeza de estupideces cuando eran niños, en esas escuelas de religiones extranjeras, tonterías todo. Un hijo chino nunca abandona a sus padres, cuida de ellos y les da todo lo que necesitan. Pero mis pequeños no son malos, sólo han tenido mala suerte, pasan un mal momento, todo es tan, tan caro ahora. Ya verás, un día vendrán con una caja de tartas de huevo a visitarme. Tengo que adecentar la casa, pero… ¿dónde encuentro la energía después de empujar este carrito y toda esta basura todo el día desde la mañana? El gobierno tendría que quitarles a los fantasmas blancos todo ese dinero que nos han robado y distribuirlo entre la gente pobre. Nos lo merecemos. Algún día lo harán. Ahora China es poderosa y fuerte, dicen. ¡Ay, por qué no habré podido nacer unas pocas generaciones más tarde para disfrutar de la vida! Vivir es hermoso, dicen. ¿Y qué se yo? Hay que seguir trabajando para tener algo que comer más tarde hoy. No quiero sentarme otra vez en el McDonald’s a esperar que alguien se vaya y deje comida en su bandeja. Vaya, estos cartones no se hinchan, necesitan más agua. Ojalá pudiera sentarme a comer unos bollos de cerdo en el restaurante y hablar de los regalos que me han traído los hijos…Vaya, mira esas caras, no conozco a nadie, ¿dónde se habrán metido todos? No seas perezosa, vieja inútil, vamos, levántate y empuja, hay que buscar más materiales, y todavía tienes que subir la cuesta…
Hong Kong, 6 de noviembre de 2022
Sunday, October 16, 2022
Bosquejos de una sociedad I
La pobre niña se afana a diario en completar sus tareas con diligencia: levantarse, ponerse el uniforme, ayudar a su hermano menor, llegar a la escuela a tiempo, escuchar con atención a los profesores -aunque no siempre logre entender o recordar sus palabras-, volver a su casa y hacer los deberes de lunes a viernes, completar alguna actividad extracurricular que algún día la ayude a diferenciarse de un gris común de carne de cañón laboral, recoger sus cosas antes de irse a dormir. Ser una buena hija, una buena estudiante, una futura buena empleada, para tener un buen futuro cuando sea adulta. A Wing le han enseñado que el esfuerzo personal y la diligencia son la clave del éxito, que todo es posible cuando se tiene voluntad, y que ser rico o pobre es un mero obstáculo o ventaja temporal. A Wing le falta la sofisticación de esos muchachos criados en las escuelas internacionales, no sabe de la importancia de los contactos y los ambientes exclusivos. Pero a Wing le sobra ilusión y determinación. Cuando el mundo y la vida adulta le resquebrajen ambas, ¿sabrá recomponerse y sobrevivir? Esta ciudad se construye sobre los hombros de niños pobres que crecen jugando a un juego trucado y esperan ganarle a los jefes de triadas dueños del local. Muchos acabarán perdiendo, juguetes rotos en una sociedad inmisericorde, y entonces, ¿dónde encontrarán las razones para volver a levantarse, ponerse el uniforme, ser una buena hija, una buena estudiante, una buena empleada?...
Friday, August 26, 2022
El perro apaleado I
El perro apaleado, maltratado y despreciado por todos, tiene que convivir con la tentación diaria, podría decirse que justificada, de acabar revolviéndose y mordiendo. Para que la magnitud del mordisco aplaque la de la ofensa, se deberá lanzar a la yugular y apretar con todas sus fuerzas. La tentación de este impulso la han alimentado, de manera lenta pero inexorable, todos los insultos recibidos sólo por existir y estar ahí, figura triste y lastimera que refleja la mala conciencia de esos otros crueles e implacables. El pobre animal pensará: “si ya me llaman perro rabioso y piden que se me neutralice, y ninguna persona se para a defenderme y a decir que no conocen a nadie a quien haya mordido, ¿por qué no habré de darme al menos esa satisfacción momentánea y primitiva de la sangre, por qué no?" El perro apaleado, obviamente, no conoce ni entiende la historia de Job, ni los cuentos virtuosos con los que instruyen a los niños de bien, esos mismos niños que compiten en tirarle piedras en la explanada cuando tienen ocasión…
Friday, July 15, 2022
Looking back in extensive detail (sad but necessary)
Saturday, July 9, 2022
Reflexiones de un gato en su sexta o séptima vida
Monday, June 27, 2022
Reflexiones sobre un entorno laboral tóxico (HK, para entendernos)
Voy a intentar poner por escrito algunas de las (muy) desagradables situaciones que he atravesado en mi vida laboral en esta ciudad, con el fin de intentar analizarlas y explicarlas dentro del marco concreto que las ha posibilitado. Esto probablemente me lleve a reflexiones más generales sobre las diferentes ideologías y hábitos que conforman una sociedad concreta en un tiempo determinado, la falta de atención a los problemas mentales (tanto por parte de las víctimas como de los perpetradores) que la normalización del abuso y/o la injusticia generan y promueven, sobre todo en el ámbito laboral, etc. Espero que, de algún modo, lo escrito sea de provecho para mí y para quienquiera que acabe leyendo esto.
Algo muy llamativo en Hong Kong es la tendencia en entornos laborales institucionalizados (universidades y escuelas concretas), y también en los puramente privados, a funcionar como grupúsculos de comportamiento, digamos, casi gangsteril. En estos grupúsculos hay un líder claro, un segundo de a bordo sumiso con el líder pero agresivo con todos -o con los que “sea necesario”- por debajo (la mano derecha que le hace “el trabajo sucio” al jefe, y suspira por heredar "el trono" pronto), y un grupo de fieles que, cuando sea necesario, habrán de hacer piña y justificar y defender públicamente las actuaciones y opiniones de los líderes. Estos grupúsculos suelen tener un carácter más o menos cerrado (es típico el uso de frases como "aquí somos una familia" y similares), en el que hay una salida periódica de elementos “no necesarios” o no afines, y la difamación y el uso de rumores y acusaciones falsas suelen ser su modus operandi favorito. En ocasiones, no muchas, pueden recurrir a la amenaza física más o menos directa (a mí me ha sucedido en un caso). Entre las diversas explicaciones de esta tendencia a la creación de grupúsculos “gansteriles” en esta ciudad podemos citar: el corporativismo tóxico inherente al carácter ultra-neoliberal del lugar, la falta de regulación laboral y de leyes que aseguren la transparencia en el lugar de trabajo y, finalmente, el carácter eminentemente jerárquico y vertical de las sociedades confucianas (aunque esto no es óbice para que los occidentales residentes en el lugar adopten, con mucha frecuencia, y quizá con la falta de un entorno de “conocidos” que los observe y juzgue, esta actitud con pasmosa facilidad). Este tipo de ambiente laboral es endémico en HK en los departamentos universitarios en los que se forman (no merecen tal nombre pero se lo daremos por ahora) “equipos de trabajo”, sobre todo en aquellos en los que existen diferencias contractuales importantes entre unos elementos y otros (profesores con contratos a tiempo completo y aquellos con contratos a tiempo parcial, que suelen ser seleccionados a dedo por el líder de grupo correspondiente, por ej.). Entrar en esos grupos viene condicionado por un análisis de conveniencia, afinidad y fidelidad por parte de dicho líder, lo cual deja los supuestos atributos profesionales (experiencia, titulaciones, etc.) en un lugar muy secundario. Esto, sin duda, contribuye al intrusismo y desprofesionalización crónicos que plagan el mundo del ELE en Hong Kong, prácticamente desde sus inicios históricos. Semejantes prácticas semi-mafiosas (o directamente mafiosas) se extienden con frecuencia también, por contagio e irradiación, a otros ámbitos educativos como los institutos, escuelas, centros de idiomas, etc. Todo esto podría resumirse en esa vieja expresión del español que es "merienda de negros", definición por desgracia frecuentemente aplicable al ELE en esta ciudad.
Para mí, esto se ha traducido con más frecuencia de la deseada y saludable, en “encontronazos” con grupúsculos gansteriles que funcionan mediante la lógica del “x me ha dicho de ti que eres y (la veracidad de lo dicho, por supuesto, nunca es importante), y como yo tengo buena relación con x (variable humana que, por cierto, suele arrastrar a sus espaldas historiales de conflictos y abusos con más de una persona; nunca, o casi nunca, podemos entender el caso como una rencilla personal) uso sus rumores y sus mentiras como criterio de juicio profesional, puesto que te considero en una posición indefensa ante cualquier acusación que pueda presentar". La debilidad legislativa en lo laboral de la ciudad, así como la tendencia a funcionar en círculos cerrados y opacos de una antigua colonia (un antiguo nido de piratas, también podríamos decir) así como de la organización tradicional en el mundo chino (repleto, históricamente, de sociedad secretas, asociaciones, clanes y cadenas de favores) normalizan la anomalía de que la difamación se tome como juicio válido. No menos importante es el carácter marginal del ELE en la urbe, en comparación al menos con la enseñanza del inglés o de otros idiomas históricamente más asentados e institucionalizados. Cuando esta “normalización” de prácticas laborales reprochables se reproduce y se copia de una universidad a otra, de un instituto a otro, de un colegio a otro, tenemos la consolidación de lo que podríamos llamar un “campo laboral tóxico”, en el que las normas no escritas importan tanto o más que las escritas. Volviendo a mi caso concreto, yo, en los últimos meses, he llegado a la conclusión de que es bueno, en o tras una entrevista, recordar a los participantes, especialmente a los no hispanohablantes, la necesidad de comprobar toda información o acusación presentada, y no caer en el juicio pueril y precipitado que un difamador intenta generar. De vez en cuando, aunque no con la frecuencia que me gustaría, funciona…
Otro asunto digno de mención es la profunda penetración de organizaciones religiosas, a veces de forma abierta, a veces de forma encubierta, en el mundo educativo de esta ciudad. Algo que tiene mucho sentido si estudiamos la configuración histórica del sector educativo en HK desde sus inicios coloniales hasta hoy. Esto hace que cuestiones ajenas por completo al ELE, tales como la labor pastoral o las evaluaciones de tipo ideológico, aparezcan con más frecuencia de la deseada entre los factores determinantes en la contratación de un profesor. En el caso del español, es muy llamativa (aunque no sorprendente) la presencia extensiva del Opus Dei y sus miembros en el campo ELE en Hong Kong. Cabe decir que el uso de la enseñanza de lenguas como vehículo de proselitismo es algo habitual en estas latitudes, no sólo en la ciudad de HK, sino también en el conjunto del sureste asiático.
Sirva esto como advertencia y llamada de atención para todos aquellos interesados en mudarse a esta ciudad y dedicarse a la enseñanza del ELE. Una autoevaluación de en qué medida se podrá adaptarse e integrarse a estas prácticas “no escritas” subyacentes al campo ELE en la zona es algo más que recomendable, sin que tenga que servir lo dicho hasta aquí como impugnación de todos y cada uno de los miembros de este campo, pero sí del habitus que lo conforma y sus prácticas más o menos habituales…
Monday, June 13, 2022
Tiempos anti-poéticos
¿Soy yo y mis circunstancias, o acaso estos tiempos postmodernos, decadentes para el Oeste, pre-apocalípticos y antirracionales, son en esencia anti poéticos, banales como dijeron que era el Mal y es la mentira, la negación de la esencia? ¿Hace está desvirtuación de la palabra, entonces, imposible el cultivo y desarrollo de la sustanciación del espíritu humano, es decir, de la Poesía? Empiezo a sospechar que así es. Malos tiempos para la…
Sunday, June 12, 2022
Reflexiones de peregrino estancado
Hoy se ha publicado en varios periódicos y medios locales de lengua inglesa el último ranking de las ciudades más caras del mundo, en el que HK, nuevamente, ocupa la primera posición. Por supuesto, el foco de esta lista es el modelo de vida y los costes asociados de los llamados "expats", o trabajadores de clase media-alta o alta, gente con movilidad internacional y dotados de una larga lista de privilegios. Ver en las redes sociales los lloriqueos y quejas de aquellos pertenecientes a dicha clase social, y cómo denostan las políticas sanitarias anti-covid y las huidas de capital de la ciudad hacia lugares de presente más dinámico -que no más democrático-, mientras que ninguno quiere siquiera mencionar las raíces de la especulación y la burbuja inmobiliaria en esta ciudad, me molesta, incluso me ofende. Me pregunto si alguno de estos "sufridos" expatriados se habrá parado siquiera a pensar que, si ellos pierden ventajas y poder adquisitivo, la gente "normal" de esta ciudad ha de estar, muy posiblemente, en una situación económica y vital mucho, muchísimo peor. Si dejamos a un lado a los "parásitos" rentistas (aquellos que tienen más de una vivienda en propiedad) y a aquellos que han heredado su vivienda, básicamente el resto de la población trabajamos para pagar el alquiler de un piso minúsculo y de baja calidad, y si llegamos a ser capaces de ahorrar un mínimo de forma ocasional y hemos cometido el atrevimiento de tener hijos, las necesidades básicas de estos se llevarán ese ahorro. Pero, claro, el drama y lo importante es que a muchos expats ya no les cunde tanto como antes vivir en HK...pues ya saben dónde está el aeropuerto, menos quejarse y más empacar. Y que conste que quejarse en sí no debería ser nunca ningún delito; pero sí es significativo de las ideologías y estructuras sociales de un lugar. Asco de sociedad/ciudad ultra-neoliberal...
Monday, May 30, 2022
A vueltas con el sistema educativo hongkonés (y ahora como padre)
Wednesday, April 13, 2022
Stories for my kids - Chapter 1
Sunday, February 6, 2022
¿El cielo? (Escuchando a los Talking Heads tras la comida)
¿El Cielo? El Cielo es un lugar donde se trabaja de nueve a nueve y, cuando te mueres, te entierran y se acabó. Prefiero cien veces la bacanal salvaje y descontrolada de los desharrapados en el Infierno… (efectos colaterales de escuchar a los Talking Heads tras la comida)