Parenthood

As we grow older and our lines of beauty fade away, a certain touch of grace remains with us through the unconcerned happiness of our kids

Reflexiones políticas que parecen profundas, pero más bien son obviedades coyunturales del 2018

Puesto a comenzar con una crítica de y a lo obvio, China tiene, claramente, lo peor del comunismo y lo peor del capitalismo juntos, pero también es la economía más eficiente del mundo capitalista hoy por hoy. Han sabido quitarse las cadenas del colonialismo y el neocolonialismo, muchas veces de forma brutal (¿pero necesaria?) para su población, y han evolucionado hacia un neoliberalismo maoísta bastante complejo e imposible de entender desde fuera. Su modelo de comunismo es nacionalista, no universalista, a día de hoy casi nacionalsocialista, y de base racial. No pueden (quizá tampoco quieren) ser modelo para nadie, porque la cultura china es demasiado específica, endógena y totalmente inexportable. Y esto no es un juicio de valor sobre si China es buena o mala para sí misma o para Occidente: China es China, y entenderla desde fuera lleva muchos años de estudio, experiencia y reflexión, y a veces ni aún así. A lo que no se entiende, mejor dejarlo tranquilo. Zai jian, camaradas.

2018, y por fin tengo que decirlo

Quality of life in HK? Only if you’re rich (perhaps between 5 and 10% of the population) or an expat (even a lower percentage ). Para el resto lo que nos queda es...

Pequeñas cosas that we lost in the fire...

Pequeñas (o no) cosas que echo mucho de menos de vuelta a HK: el pan de León (y creo que los niños me acompañan en este sentir); comer yogures y/o queso a diario (ídem); entrar en un supermercado y no sentirme agobiado por el caos y la gente; la vida sin aire acondicionado; ir a un restaurante y pedir un menú de dos platos y postre sin que me crujan; y, por supuesto, el espacio...

Paranoias del precariado I

A los ricos, por lo general, se les nota la buena crianza y los muchos cuidados especiales que reciben, en particular cuando son niños. Sin embargo, también por lo general, con el pasar de los años se les va cayendo encima un aura de tirantez acídica y un tufillo de caníbal descompuesto que, por mucho que hagan para disimular, les afea como personas. Es el peso de la deshonestidad.