Sunday, April 30, 2023

Bosquejos de una sociedad V

Más rápido. Acelera. El poder del motor es tu poder. Todo tuyo. Todo para mí. Demasiadas curvas. Mi vida debería ser una vida recta. Yo me merezco más líneas rectas. Largas y blanquitas, para esnifármelas todas con un billete de quinientos dólares, o de mil. Con yuanes no, qué asco, están demasiado sucios…ja, ja. Pero les hablo con su acento, y me dicen que parezco oriundo de su ciudad, allí arriba. No gracias. Y a los fantasmas paliditos, otro tanto, ¿dónde has adquirido ese acento tan excelente? Oh, mi primo estudió en ese instituto. Realmente venerable. Gilipollas. Me bebí vuestro brandy y me follé a vuestras mujeres. Les encantaba. Tan exótico, ¿verdad? Pero nada femenino. Muy macho. Acelera. Viene una recta ahora. Siéntelo. Deberían eliminar los semáforos en este distrito. El que no tenga coche, que se joda. A meterse en un autobús apestoso con decenas de perdedores. Y no te me cruces delante, por tu propio bien. Oh, sí, los años allí, en el Oeste. Gran aprendizaje. Mucha cultura, mucha tradición y buenas maneras. Mucha piedra y mucho muerto. Todo muerto. Ahora el dinero está aquí. Así que toca espabilar. Y a espabilado no me van a ganar. Lo llevamos en la sangre, ¿verdad, papá? Tú también fuiste muy espabilado. Cabronazo. Y nosotros teníamos que honrar el nombre y mantener el estatus. Con un pie aquí y otro allí. Esperando para ver dónde caía el dinero. Y sonreírles a todos. Al infierno con todos. Acelera. Estos nuevos ricos del norte tienen el dinero ahora, pero, sin sofisticación, ¿para qué lo quieres? Me necesitan a mí, para escribir sus documentos, extender sus permisos y peticiones en otro idioma, administrar lo que ellos no saben. Porque yo lo llevo en la sangre. Lo merezco. Ese dinero. Debería ser mío por derecho. Y esos modales. Guárdatelos para tu casa, animal. Aquí no funciona así. Pero no te preocupes, que yo me encargaré de todo. Y suelta el dinero. Son códigos. Todo son códigos. Y hay que saber leerlos todos. Yo sé. Vosotros no. Ellos tampoco. Pobres imbéciles. Esa escritura del demonio, ¿eh? Nunca le disteis importancia, y ahora está por todos lados, qué cabronada, ¿eh? Al final la tendréis incluso en el té de la tarde. Qué putada, ¿verdad? Frena, que se acaba la recta, frena ya. Nunca nos disteis importancia y ahora me buscáis, me necesitáis. Mejor conmigo que con ellos directamente. No lo aguantaríais, ¿a qué no? Sois demasiado delicados. O quizá unos cabrones arrogantes todavía. Pero ahora yo soy más arrogante. Me gradué en vuestra escuela. Salí con el título de abogado con honores bajo el brazo. Prometedor. Claro, todos los contactos. Ahora todo se mueve allí. Ya tienes la pátina de las piedras, ya puedes volver a hacer dinero. Pero ya no para vosotros, puercos rosas. Para mí. Gracias por la lección y la instrucción, ya pueden irse a su casa, a su mierda de lluvia y frío. A veces lo echas de menos, aquello, ¿no? Me descojono. Lo tengo todo aquí, mucho mejor. Ya sabes a quién echas de menos, ¿a que sí? Y estar lejos de mamá y papá, ah, esa libertad. Fueron años dulces, una buena juventud. Y ahora el mundo me pertenece. A mí. A vosotros ya no. Yo puedo leer vuestros códigos. Vosotros ignoráis los míos. Demasiado complicado para vuestro cerebro sencillo de bruto medieval y alcoholizado, ¿verdad? Bienvenidos a la nueva era. Mi era. Todo mío. Acelera, venga, más rápido. Repasa. Hoy vas a llamar…¿a quién? ¿Quién será la afortunada? Qué cabrón eres. Pero da igual, puedes ser lo que quieras. Mientras dure la fiesta y se escuche el cling, cling de los dólares al caer. Y si hay que mudarse siguiendo el olor del dinero, lo harás. Lo hemos hecho siempre. Es nuestra especialidad aquí. Expertos en mirar en la dirección donde se va a cocinar el banquete, y llegar antes que nadie con el cuenco y la cuchara. De oro, claro, todo de oro. Acelera. Nos lo merecemos. Me lo merezco. Y es mi obligación, ¿verdad, papá? No sería un buen hijo de otro modo. Así que seré un cabronazo como tú. Porque mira que lo que le hiciste a…joder, puta vieja madre, quítate del medio, vieja harapienta y estúpida, me has hecho frenar, menudo bajón. Así caigas muerta al llegar al otro lado de la carretera. Basura. Demasiada basura en esta ciudad. Qué molestos. Venga, concéntrate otra vez, acelera. Pon la música más alta. Fuerte. Que todos noten que pasas. Un nuevo emperador. Jódete y hazme una reverencia. Eso es. El mundo en mi puño: un asqueroso cartón de fideos instantáneos humeantes que me voy a comer con palillos de oro. Y voy a cagarlos en una taza de oro. Esta ciudad es la ostia. Yo soy la ostia, ¿o no? Ja, ja. Mi vida es una línea recta. Acelera.

Travestis colectivos o de nuevas construcciones sociales

Odiar por designio ideológico, amar lo superficial, ver sólo lo conveniente, decir siempre menos de lo que se piensa, participar en los linchamientos, negar lo evidente, sonreír y hacer una leve inclinación frente al abuso, llenar la tripa y vaciar el cerebro, memorizar dogmas con los ojos cerrados y venerar lo irracional, permanecer optimista por imposición judicial. Estos son los rasgos que definen al travesti social que constituye esta…

Sunday, April 23, 2023

Bosquejos de una sociedad IV

Vaya, por fin ha llegado el fin de semana. Ya no les aguantaba más. Harta. Siempre lo mismo a estas alturas del curso. Un poco de descanso. Y sin embargo…qué vacíos parecen los días fuera de este edificio a veces. Me da miedo pensar que no pueda volver, que me digan que no valgo o que me retiran la licencia. Qué tontería, ¿por qué habría de pasarme a mí? Nadie sabe… no, seguro que no. Pero tengo que preparar cosas, ¿no? O me dirán que soy una vaga y una privilegiada y escogí este trabajo porque no me gusta pasar demasiadas horas metida dentro de una oficina. Pero si aquí estoy no sé cuántas horas cada día. ¿Qué más quieren? Siempre atiendo a los chicos, les escucho, me intereso por su vida…hay que ser un modelo para ellos. Si ellos trabajan, yo más, ofreciendo una guía de conducta. Bueno, no todo es trabajo en la oficina, nos lo pasamos bien hablando de nuestras cosas, ¿no? Excepto cuando estaba de directora ese mal bicho de la señora Wang, con sus juegos de poder y sus amenazas…buff, no quiero ni recordarlo. Qué injusto fue lo que le hicieron a…bueno, mejor pasar página, a mí no me tocó, tuve suerte. Mejor no decir lo que piensas en el trabajo, nunca sabes dónde van a caer tus comentarios. Allá cada cual con lo suyo. Trabajar, trabajar. Te metes en la sala de profesores y te pones delante del ordenador. Ahí hasta la noche. Como todos. ¿Quién se habrá pensado que es ese niñato arrogante al que contrataron este curso para irse tan temprano todos los días? Aquí trabajamos todos. Hasta la noche todos. Tanto por corregir... Que no se diga. Si los padres quieren deberes para sus hijos, van a tenerlos, vaya que sí. Por mí que no quede. Podría ser de otra manera…pero no, siempre ha sido así, ¿por qué debería cambiar? Es nuestro carácter. Trabajo, trabajo. Diligencia. Eso es. Virtudes académicas y virtudes personales. Ya pueden espabilar estos pobre diablos y aprender, porque tienen un futuro muy negro por delante, con todo lo que está llegando últimamente a esta ciudad… Y luego esos niños ricos de las escuelas internacionales, tan bien preparados, tan cosmopolitas, con ese inglés tan bueno. Hay que apretar los dientes, porque es una competición muy dura. Y seguir intentándolo, más fuerte, más duro. Mira, a mí no me fue tan mal. Llegué a la universidad, y saqué mi título y mi licencia y ahora estoy aquí. ¿Cuánto tiempo quiero estar aquí? ¿Debería irme a otro instituto con más prestigio? O a uno de esos privados donde todo son apariencias y exquisiteces, y seguro que se trabaja mucho menos…pero qué tontería, ¿por qué me iban a contratar a mí? Para que luego viniera el padre de uno de esos niñatos ricos malcriados a quejarse porque su hija no había sacado buenas notas y a exigir que me echaran. No, mejor no, mejor con los cernícalos de aquí, que son más bastos pero tienen mucha menos malicia. Pobrecitos. Y son tan agradecidos…qué bonito cuando te vienen a ver unos años después de graduarse. Pero, claro, a mí me hace sentirme un poco vieja, ¿no? Ya verás cuando venga alguno de tus ex estudiantes con su hijo, eso sí que será ya para morirse. No, no, me queda mucho para eso, bueno, no tanto… Anda, deja de perder el tiempo con cavilaciones inútiles y ponte a corregir. Diligencia. Trabajar. Somos el ejemplo para ellos. A veces más que sus familias, porque nos ven con más frecuencia. Es la vida de los que no nacimos ricos. No es justo, pero así es como funcionamos, todos juntos. Debería tomarme un año sabático e irme a vivir a otro país, un lugar más relajado, vivir alguna aventura…huy, igual no querría volver, ja, ja. Venga, vamos a corregir, o a preparar unos ejercicios para los deberes de mañana, hay que insistir, la persistencia es una virtud. Una virtud de pobres, me temo. Como yo, pobre de mí, un día tras otro aquí, un mes tras otro, un año y otro año…Hala, a trabajar, se acabó el perder el tiempo.

Sunday, April 9, 2023

Sih-lai

Vamos, rápido, más rápido, no tengo un sueldo todos los meses, ya lo sé, pero voy a demostrar que valgo más que cualquier empleada lánguida perdida en un cubículo anónimo. Hoy voy a llevar al niño a su clase de inglés, y después a la de matemáticas, y entre medias buscaré ese regalo para la reunión caritativa de la asociación de padres. Será algo memorable. Porque puedo hacerlo todo aunque no tenga una nómina todos los meses y sólo trabaje cuando los proyectos de la empresa de mi tía segunda y las actividades extraescolares del niño me lo permitan. Vamos, rápido, más rápido. Tengo que comprar esas verduras en el mercado dos calles más abajo, y luego la carne de ternera japonesa congelada, sí, es diez dólares más barata en esa tienda de este barrio. También puedo hacerlo mientras el niño tiene sus clases, ¿o no? Vamos, no seas perezosa, aunque seas una mera sih-lai, un ama de casa, nadie va a decir que pierdes el tiempo en tonterías y cotilleos. Podría trabajar mañana mismo. Pero realmente no lo necesitamos, ¿verdad? Podría despedir a la empleada doméstica y hacerme cargo de la casa yo misma si quisiera, ¿verdad? Pero podemos permitírnoslo, ¿sí? Claro, ahora voy a centrarme en el niño. Y en sus clases particulares. Y los profesores de la escuela, tengo que volver a hablar con ellos. Haz una nota mental de llamar a su tutora esta tarde. Sólo para comprobar que todo marcha bien. Que sigue estando entre los mejores de su grupo. Porque no aceptaré menos que eso. Si no es el primero de su clase, que esté entre los cinco primeros al menos. Y si no llega, que le den más deberes y le presten más atención en la escuela. Para eso le mandamos a este lugar tan prestigioso. O eso nos dijeron ellos…prestigio…vete a saber. Quizá sólo arrogancia. Da igual; siempre entre los cinco primeros. No aceptes menos. Vamos, rápido, tú también vas a estar entre las cinco primeras del grupo de madres. Nadie va a más reuniones que tú, ni contribuye más a las actividades. Y no te olvides organizar el miércoles la tutoría de mandarín. Creo que los profesores particulares necesitan un poco más de presión, el niño no ha mejorado sus notas últimamente. Sí, dales un poco de presión, diles que te han recomendado otros centros, que tienen que imponer más disciplina en su clase. Porque hay que estar arriba, entre los cinco primeros, o mejor entre los tres primeros, ¿no? No se puede renunciar tan pronto. No, no, eso lo tiene que aprender pronto en la vida. Todos lo hemos aprendido. Y a mí no me ha ido tan mal, ¿no? ¿O sí? ¿Realmente le sigo queriendo? Porque apenas nos vemos y está siempre cansado y estresado con sus cosas de la oficina. Pero, claro, todos hacemos nuestro sacrificio. Por el niño, lo hacemos para que tenga un buen futuro. ¿Y qué es un buen futuro? Qué cosas más tontas dices, todo el mundo lo sabe. Vamos, rápido. No debería hacer yo la compra, pero es que esa chica filipina es tan inútil. Escoge verduras pasadas, y luego le cobran de más, o nos engaña con los precios, vete a saber. Debería despedirla y buscar otra empleada más eficiente, pero, me da miedo, qué sé yo. Igual mejor así como estamos. Qué fastidio. Pero estamos bien, al cabo. Y papá y mamá están contentos. Ya tienen un nieto, un varón, como querían. Y les sigo dando dinero aunque no trabaje, ¿verdad? El idiota de mi marido debería encargarse de esto. Menos mal que todavía vale para ganar dinero, porque para lo demás… Igual debería buscarme… ja, ja, qué bobadas. Pero sí, estaría bien un poco de variedad, algo totalmente diferente…Pero la prioridad es el niño. Hoy tengo que revisar que complete todos sus deberes. Y después que se ponga a repasar. No creo que se esfuerce lo suficiente. Quizá necesite más clases particulares. El muy inútil. Quizá le tengo demasiado mimado. Vamos, más rápido, venga, que nadie diga que eres una sih-lai perezosa y maledicente, perdiendo el tiempo entre comidas y tés de tarde con las amigas…


Friday, April 7, 2023

Edificios

Mirar arriba y no ver el cielo. Esos edificios inmensos, inabarcables en su altura para el ojo humano, y sin embargo tan estilizados en su grosor, como si los hubiera comprimido un brazo monstruoso y así transformado de caja en cajetilla, fichas de un dominó esperando eterno el dedo que empuje una pieza…

Saturday, April 1, 2023

Perdidos

Esos signos relucientes, intrincados, gigantescos. Penden sobre nuestras cabezas amenazadores y lúdicos a la vez. Te deslumbran, y te impiden mirar hacia delante al caminar. Todo el mundo camina en las calles comerciales mirando a los lados, a los escaparates, las ofertas, las cadenas interminables de objetos de consumo efímero que se te ofrecen en un escenario como de dibujo animado. Y, sin embargo, la tristeza está ahí, escondida, maquillada por el reflejo del neón, una sensación de vaciedad entre la maraña de cosas inútiles. A todos nos falta algo en este lugar, todos caminamos tarde o temprano con ese hueco doloroso que nos acecha: la impermanencia, o el egoísmo, o la intrascendencia.