Las buenas acciones parecen dar poco de sí desde una perspectiva narrativa. El Bien no parece necesitar justificarse, es un hecho que en su propia existencia genera su explicación. El Mal, sin embargo, es mucho más atractivo y fascinante para un escritor. Justificar el daño, el mal, es un juego moralmente peligroso, y sin embargo difícilmente renunciable, para el que escribe. Es por eso que nuestra Cultura, la que va con mayúsculas, está repleta de ejemplos y narraciones del Mal, mientras que la narración de buenas acciones suele ser juzgada con desdén y desinterés. Craso error. La fascinación por el Mal, por lo malsano, es un ejemplo claro de la enfermedad e infantilismo moral de nuestra Cultura, la que, ya lo dije, va con mayúsculas, las que suelen acompañar a la arrogancia. Y qué poco sabemos, sin embargo, de las mecánicas internas de los buenos actos.
Friday, April 22, 2016
Wednesday, April 20, 2016
Either/or?
¿Will it be that this city is divided in "damaging" and "damaged" people? If so, we urgently need a new social contract, my dear and battered people.
A vueltas con las matemáticas de la vida
Esta ciudad tiene demasiados números flotando en el ambiente, a nuestro alrededor, distrayéndonos, generando ansiedad. La vida no es una mera sucesión de números
Tuesday, April 5, 2016
Exiliados laborales
La emigración se transforma en exilio cuando sientes el impulso perentorio de volver, y te acaba frenando no la familia o el trabajo en el país de residencia, sino la ausencia de lo segundo en tu país de origen.
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